Piense en la última charla realmente memorable o la presentación que asistió a. ¿Ahora, era fácil hacer, o realmente tenía que su cerebro para recordar uno de rack? Lamentablemente, muchas presentaciones son fáciles de olvidar. Y eso es un gran problema, porque la única razón que el presentador dio la charla fue comunicar algo a usted.
Sin embargo, hay cuatro cosas básicas que usted puede hacer para que los mensajes verbales se entiende - y recordados - repetidas veces.
Aunque algo obvio y aparentemente simple, estos son:
Entender el propósito de la presentación
Que el mensaje claro y conciso
Estar preparado
Ser vivo al entregar el mensaje
Comprender lo que desea lograr:
Antes de empezar a trabajar en su charla o presentación, es esencial que realmente comprende lo que quiere decir, que quiere decir y por qué podría quieren escuchar. ¿Para ello, preguntarse a sí mismo: que? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Donde? ¿Por qué?
¿Que están hablando a? ¿Cuáles son sus intereses, creencias y valores? Lo que comparten en común con otras personas; ¿Cómo son únicos?
¿Qué mensaje desea transmitir? Una manera de responder a esta pregunta es preguntarse a sí mismo sobre los «criterios de éxito». ¿Cómo usted saber si han comunicado con éxito lo que tiene en mente?
¿Cómo puede poner mejor a través de su mensaje? Idioma es más importante aquí, como señales no verbales como el lenguaje corporal y expresiones. Elija las palabras y las señales no verbales mientras mantiene su audiencia en mente. Plan de principio, medio y fin. Si permiten a tiempo y lugar, examinar y preparar audiovisuales.
¿Cuando? Momento es importante aquí. Desarrollar un sentido de calendario, para que sus contribuciones son vistos y oído tan pertinentes a la cuestión o asunto de mano. Hay un tiempo para hablar y un tiempo para estar en silencio.
¿Donde? ¿Cuál es el contexto físico de la comunicación en mente? Puede que tenga tiempo para visitar el lugar de celebración, por ejemplo y reorganizar los muebles. Compruebe disponibilidad y visibilidad si utiliza audio o ayudas visuales.
¿Por qué? A fin de convertir los oyentes en oyentes, necesita saber por qué debería escuchar – y les digo si es necesario.
La importancia de la simplicidad:
Cuando se trata de texto de su mensaje, menos es más. Le está dando a sus titulares de audiencia, demasiada información se sobrecarga y se llevó sus oyentes... Que no están esperando a ser expertos en la materia como resultado de la presentación de la audición, por lo tanto, la simplicidad es mejor.
Si utiliza las diapositivas, limitar el contenido de cada uno de ellos a algunos puntos de bala, una sola instrucción o un diagrama muy simple.
Preparación:
No preparar está preparando un error. De hecho, es el factor más importante en la determinación de sus éxitos de comunicación. Cuando sea posible, conjunto de cumplimiento de tiempos y hablando y presentación veces con suficiente antelación, permitiendo así usted mismo el tiempo para que necesario preparan sus comunicaciones. Cada minuto de una presentación merece preparación de treinta minutos.
Por supuesto, no todas las comunicaciones se pueden programar. En este caso, la preparación puede significar tener una buena y detallada comprensión de los acontecimientos de la Oficina, lo que le permite comunicarse con el conocimiento que necesita para ser eficaces, tanto a través de la comunicación verbal y escrita
Entrega correcta:
La manera en que usted ofrece su discurso o presentación tiene un impacto duradero en su audiencia. Una vez más, la preparación es fundamental aquí, con el fin de celebrar los agentes de escucha de atención. Algunos consejos útiles para mantener la presentación en vivo incluyen:
Ejemplos de uso para dar sus puntos de vida a
Conservar su lenguaje corporal up-beat: no se quedan atascados detrás de una tribuna
No hablan a ayunar. Menos es más aquí también. Pausas son eficaces.
Utilizar una gran variedad de tonos de voz
Utilice ayudas visuales.
Presentaciones y hablar en público, aunque desmoralizante, pueden ser una experiencia muy agradable y gratificante, una vez que se toma el tiempo suficiente para preparar y ensayarles. Un orador entusiasta que confía con su material hará una impresión duradera memorable en su audiencia.
